Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://sidneylcao659752.bloggazza.com/37365299/las-cámaras-captaron-el-cabezazo-de-zidane-desde-todos-los-ángulos